miércoles, 26 de diciembre de 2012

Ágata no tiene quién le escriba

                Ayer fui a comprar un gato –blanco- tan elegante como aquel vestido negro que tengo colgado en el armario ¿Por qué blanco? Respuesta fácil, para muchos el mundo es color rosa ¿Para mí? Bueno, para mí es tan blanco como los primeros copos de nieves que caen al principio del  invierno –sí, blanco porque no hay color que defina-. Entré a la tienda y ese pequeño minino me miró con ojos quebradizos, sabía que era él a quien quería como compañía en mis veladas y en la mañana observara sigilosamente como bebo la taza de café.  
                Mi mala suerte comienza cuando apenas pongo un pie en la calle y mi mirada siempre va directo a parejas que se están besando, tomando de la mano o abrazando. Pero ya estoy acostumbrada. No es más que una cólera momentánea porque ellos sean felices.
                Hoy estuve pensando, una mujer puede tener muchos hombres detrás de ella que le prometen la luna y el cielo pero no tiene por qué sentirse deseada o querida. Su mente y corazón estará en ese nombre innombrable, aplica para mí.
                Imperecederamente esperamos que el otro nos ame de la forma que imaginamos, creamos un mundo de fantasías: una utopía, y cuando la realidad te hace pisar la tierra y bajar de la nube duele, duele como caída libre en un pozo sin fondo. La historia que se comenzaba a escribir se borra, queda sólo un libro con páginas en blanco para ser llenado nuevamente y repetir el círculo vicioso.
                No espero que vuelvas, ni que me busques. Tampoco pretendo involucrar a alguien más en mi aquejada vida y arrastrarlo a ella. Sólo compré un gato blanco para no sentirme sola e incomprendida, porque todos necesitamos de vez en cuando un poco de compañía así sea sólo la de un animal.
                Porque desde que tú no estás, Ágata no tiene quién le escriba.

sábado, 3 de noviembre de 2012

Dignidad de mujer

Alguna vez escuché de tu boca
“Las palabras son como un dardo”
Frase que retumba en mi cabeza mientras leo tu carta. Aquella carta que dejaste fríamente sobre la mesa un 20 de noviembre hace ya un año y tres meses. Pues sí, tenías razón, las palabras son como un dardo cargado de veneno, porque nada es más doloroso que una verdad expresada de tal forma. Ojalá fuese real eso de que “las palabras se las lleva el viento”, pero no es así…
El final de la carta comienza con estas líneas:
“Lo más probable es que me odies después de esto, pero tengo motivos que no entenderías”.
¿Odiarte? Sí, te amo y te odio al mismo tiempo…
¿No entender? ¿Acaso no llegué a leerte hasta los pensamientos?
“No sé cómo explicarte lo mucho que…”
Una mancha de café cubre las últimas cuatro líneas y todavía no he logrado descifrarlas –quizá lo hiciste adrede o fue sólo descuido-.
Sí, te marchaste esa mañana dejando tu ropa y tu perfume colgados en el armario que no se desprenden de ahí.
Justo hoy –sí, soy muy masoquista y lo sabes- decidí visitar aquella cafetería escondida en un bulevar de la Av. Principal donde nos conocimos de la manera más perfectamente ridícula que dos personas se pueden conocer y te vi, te vi sentado en la última mesa –como quien no quiere ser visto- En ese instante se me quebró la razón que caía junto con mi dignidad de mujer al piso. Después de un año y tres meses pude comprender, trágicamente, el porqué te marchaste así sin más.

Hoy te vi besando al que sería nuestro padrino de boda.

martes, 28 de agosto de 2012

Noche de cuarto y hotel

Me senté sobre la cama desordenada, desarreglada  acomodé mi cabello intentando peinarlo con mis manos torpes, revolqué mi cartera hasta conseguir una caja de cigarros, tomé uno y le di rosca al yesquero, dándole sólo dos jalones de humo terminé presionando el cigarro fuertemente contra el cenicero. Te observé dormir por unos instantes tienes el sueño profundo, pensé acaricié tu cabeza enlazando tus cabellos con mis dedos, me levanté de golpe y entré al baño, abrí la regadera con agua caliente, casi hirviendo me despojé de la ropa y tomé una ducha, en ese momento no pensé en nada mi mente quedó totalmente vacía como la de un recién nacido. Cerré la llave y volvieron otra vez las lucubraciones, cogí la ropa regada del piso y con ella me vestí sin prejuicios, como tú y yo. Me pinté los labios color carmesí, pasé el labial dos veces por encima de ellos haciendo énfasis en el surco quizás así lucirían más atractivos. Te vi tan callado como ausente que no quise molestar, salí por la puerta intentando escapar de aquella noche de cuarto y hotel.  

sábado, 25 de agosto de 2012

Tres y quince de la tarde: La hora muerta

Iba caminando descalza por el parque, llevaba en la mano esos tacones rojos (que tanto te gustaban). Sentía la grama y la tierra húmeda en cada pisada cuando un niño pasó corriendo a mi lado y por poco lo tropecé, se quedó mirándome  con esos ojos peculiares de infancia. Continué caminando y encontré a mi paso un hormiguero, las hormigas se movían desesperadamente porque estuve a punto de destruirles su hogar con mi pie desnudo  (por mi despiste). Miré hacia arriba queriendo observar el cielo, pero no hallé más que el azul celeste impregnado de radiación solar, bajé rápidamente la cabeza parpadeando una y otra vez para sacar lo encandilado de mi vista; divisé a los aledaños y logré comprender que es increíble todo lo que puede suceder en un mismo lugar, al mismo tiempo.
¿Nunca lo habías pensado?
Una mujer corre detrás de su hijo, el cual  va persiguiendo a su mascota, mientras que dos jóvenes enamorados con éxtasis de hormonas se besan sobre el mantel de un picnic, cinco universitarios sentados en círculo comparten un club de lectura sobre “Orgullo y prejuicio”, un hombre en solitario duerme bajo la sombra de aquel viejo árbol, una anciana le compra un helado a su nieto para que éste deje de llorar, y en ese preciso instante
(Con tu nombre en mi mente, pensándote)
Miré el reloj sujeto en mi muñeca que marcaba las
Tres y quince de la tarde.
 Subí la mirada y ahí estabas tú, como siempre tan sereno, como quien no quería ser encontrado. Era ese momento tan efímero como el viento pero que dura para siempre, consiguiendo que todo a nuestro alrededor se detuviera. Era la hora muerta porque no ocurría nada más, sino tú y yo.

miércoles, 15 de agosto de 2012

Era tan perfecto que aburría


                Tal vez a lo que llamábamos amarnos era sólo la confusión de la costumbre. Sí, una costumbre atrapante que al final nos agobió. Nos agobió el hecho de la rutina, empezando porque todas las mañanas al despertarnos  me mirabas a los ojos y decías con ese peculiar acento italiano:

“Buongiorno principessa”
 (acompañado de un beso en la frente)

Logrando sacarme la sonrisa más tonta. Luego al levantarte de la cama preparabas café, un café marrón con bastante espuma y azúcar (de esos que me gustan y tú lo sabes muy bien), cortabas unas tres o cuatro rodajas de pan y juntabas jalea de mora o fresa. Era el desayuno “vómito caleidoscópico”, así lo llamaste ¿La razón? No la sé, nunca quisiste contármela decías que era mejor mantener el misterio.  Jugando como niños me hacías correr por toda la casa para llegar a la ducha primero pero siempre llegabas tú antes, enunciando: “Si quieres llegar temprano al trabajo tendrás que ingresar conmigo a la ducha” (al mismo tiempo que con tus manos tentadoras me despojabas de la blusa que cargaba puesta, desabrochando botón por botón lenta y delicadamente) por supuesto yo no podía resistirme, era tal cual como un momento de película, de esas que hasta pueden estar censuradas (sí, censuradas) e igual terminaba llegando tarde por entretenerme allá a dentro contigo. Tenías el capricho de seleccionar la ropa la noche anterior, situación que me hacía sentir a mí como al hombre, tomando lo primero que encontrara en el armario. Rememoro que te  comenté: “A veces siento que tú estás mejor vestido que yo”, a lo que respondiste con suma franqueza: “créeme que te ves mucho mejor sin ropa, así que realmente no me importa lo que lleves puesto porque en cuanto pueda te lo quitaré”.
(Era tan perfecto que aburría)
                Pero, tarde nos dimos cuenta de que eso no era felicidad (es algo más ¿no?); comportarnos de manera pueril no nos haría más bienaventurados ¿o sí?  Sin embargo, había una necesidad más allá de peinarnos, despeinarnos y volvernos a peinar, de dormir en la misma habitación, sobre la misma almohada, arropados con la misma sábana, de dejar la ropa tirada en el piso o sobre la alfombra, de mirarnos en el espejo y no encontrar algo más que nosotros.

domingo, 22 de julio de 2012

Grítalo

Grítalo
Y grítalo bien fuerte
Que todos te oigan
Que hasta en Plutón te oigan

No lo encierres en tu cabeza
No lo encierres en tu boca
Que no te atormente el sentimiento
Por eso:
                       ¡Grítalo!

Desahógate
Desahógate con él, con ella, conmigo
Desahógate con el mundo entero

Recuerda, sólo grítalo
Cuando estés en el borde de un abismo, grítalo
Cuando te estés hundiendo, grítalo
Cuando sientas que no puedes más sólo GRÍTALO.

"Pues sí, no te soporto"...

Recuerdo que te pregunté:
“¿Cómo me soportas?”
            Pensé que no responderías e ignorarías la pregunta, pero me miraste y reíste sutilmente. Tu respuesta fue algo directa:

“No te soporto”

            Lo decías con tal encanto que quedé algo anonadada, casi entre murmullos te pregunté:
“¿Cómo?”
           
            “Pues sí, no te soporto. No soporto que seas desordenada, terca, incluso sínica, odiosa, mandona, regañona…No soporto tu mirada perdida, tu vil sonrisa, tu caminar torpe, tu cabello despeinado, tu voz, tu perfume… No soporto la manera en que me haces sentir, pensar en ti todo el día, querer tenerte cerca todo el tiempo, desvelarme viéndote dormir…
No soporto que seas perfecta.
Pero no te soporto porque Te Amo”.
Y esa fue tu frágil respuesta.

sábado, 21 de julio de 2012

Un rêve

Un livre, une femme, une voiture, un mouchoir...
                                                                         Tout avec votre essence...

La fontaine, l'avenue, le théâtre, la ville...
                                                              L'air de vous est dans partout.

La plafond me regarde
                                     et me demande de nouvelles vous.



Vos souliers dessous de la lit parlez avec ma vêtement sur vous.

Ce crayon-là ècrit notre irrèelle historie.
                                             
                                                     Mais
                                                         Seulement

Je fais un rêve...
                          Un rêve de:


      Rires                                                             Baisers                                                 Amour
                                       
                             


                                         Caresses                                                    Accolades

Tour Eiffel                                              

                                                                       Pluvieux jour                                                  
                                                                                                                                        Chocolate


Lumières                                                                                      Grand                
                                           
                           Joli                                          
                                                             Passion                

Globes                                                                                                                Rouge


                                                                           ENSEMBLE
                                                                           TOUJOURS.

lunes, 9 de julio de 2012

Megalomanía

Piérdete despacio
Piérdete en el tiempo
Piérdete en la luna
Piérdete en el cielo
Busca una excusa
Busca un pretexto
Busca el acecho
Busca lo pequeño

No mires hacia atrás
No te intentes retractar
Recuerda el principio
Recuerda el final
Después de todo, no estuvo tan mal

Deja que tu mente grite
Lo que tu boca calla
Tras risas carnívoras llenas de ambición
Devorando el disimulo,
Haciéndome perder el control

Arrodillándome cual esclavo
Para ser absolvido de esta psicosis
Que me envuelve
Y me atormenta
¿Por qué no apresar el sentimiento?
¿Por qué no encarcelarnos con él?

Tu lengua con un arma de doble filo:
Buena para dar placer
Pero magnicida al hablar;
Arruina mi lápiz labial
Quítame la megalomanía
Y deja que seamos otra vez
Los delirantes de frenesí.

sábado, 16 de junio de 2012

Ruleta rusa



Tu mirada llena de polvo me sonreía.
Y yo la confundía entre tus huesos.
Reía el miedo de tu interior
Y las cenizas esparcían llanto
¿Por qué no hacemos lo que dicte la ruleta rusa?
Déjalo en manos del azar,
De un juego para asesinar
Gírala en cámara lenta
¿No quieres sentir adrenalina?
Adrenalina corriendo por tus venas,
Llamando a las señales de vida
¡Empera!
La señora pesadilla se va por la puerta de atrás
¿Por qué conformarnos con tan poco, si hay huellas en la luna?
Tomemos un casco de astronauta
Y Mirando tus labios rotos
Te sujetaré de la mano
Para llevarte lejos a volar…
Más allá del infinito
Donde nadie nos pueda encontrar
Huye si puedes,
Pero no lo vas a lograr
Tu voz caminando por las calles, te delatará
Tengo ganas de ser aire
Tengo ganas de ser gravedad
Tengo ganas de ser verde
Tengo ganas de ser luz
Tengo ganas de sentirte para siempre
Bésame lento
Bésame bajo la lluvia
Bésame en silencio
Bésame hasta lo inmortal
Bésame hasta que deje de girar
Quédate en silencio
Y deja que decida la rueda homicida.

jueves, 10 de mayo de 2012

En alguna vereda de la ciudad



Mi explicación recae en el charco

Profundo

Lacerando las huellas de la emoción humana

Teñido en un remolino de recuerdos

Me miras y se me cae el mundo

En frente está la mesa y la taza de café esperando

Un "buenos días" que ilumina mis días

Bastará para pensar que es un juego de crímenes

Precedido por el villano: Tú,

Tú que posees la capacidad de hacerme temblar

Risas, risas. Cuales niños exaltados.

Callas

Besas

Miras

Suspiras

Y vuelves a voltear la cabeza reconcomido

Tus manos miran sobre mi rostro

Envuelto en sollozo

No hay más que hablar

No hay más que decir

Las palabras sobran

La ropa sobra

Las caricias sobran

El llanto sobra

Las miradas sobran

Los besos sobran

Tu fragilidad sobra

Mi inocencia sobra

Por lo tanto, te vas...

Hasta que nos volvamos a encontrar,

Sólo por casualidad planificada

En alguna vereda de la ciudad.

Sabor a misterio

¿Quién viste aquellos tacones rojos?
¿Quién lleva el rímel corrido?
¿Quién llora a escondidas?
¿Quién posa el cigarro en sus labios?
¿Quién besa por despecho?
Un hombre la está mirando
Mira su delicadeza
Mira su insaciabilidad
Mira su curvatura
Mira su omnipresencia
Mira su fuego
Mira su sabor a misterio.

Algo perdido

Camino a mi casa, al doblar en la esquina luego de tres pasos, tropiezo en mi andar con esa señora de mirada perdida. Siempre está allí, en los escalones de la entrada al infinito, acompañada de su fiel amigo.Está allí, solamente mirando al vacío como si buscara algo, algo perdido.Tiene el peso de los años encima; escamosa y arrugada piel blancuzca, sin rosado en las mejillas, triste gris en su cabeza y llevando aquel vestido verde vómito sacado del armario de los recuerdos. Entonces, me pregunto ¿Qué será lo que tanto espera de las nieblas del pasado?

Azul celeste



Cual sonido de lámpara intentando alumbrar la noche

Discutiendo entre luces,

Llamas a la puerta cual bestia salvaje

No te disculpes con el viento de tu añoranza

No hay más espacio entre el cielo y la tierra

El baúl cerrado con llave guarda el secreto de la luciérnaga

No intentes dibujar esperanzas en la quebradiza lluvia

Desnudando verdades y vistiendo mentiras,

Sudando delirio en los ecos del alma

Entre gritos y susurros se nos fue la nostalgia

Pero aún se avecina de forma antropófaga

Buscando carcomer nuestras entrañas

El letargo de tu voz seduce en llamas

Y se escabulle entre besos de la nada

Cuando creo que todo termina, me ahogo en tu sonrisa

¡Errante precisión de la mañana!

Cual canto de sirena aclama: disculpa si soy yo la transgresora de tu furia

Solamente quería siluetas en la sombra

Desde lo más recóndito de los huesos

Con los meses entre cejas

Veo como el calendario pasa por mi mente

...Octubre, Noviembre y Diciembre

Un efímero olor a café que desaparece

Piénsalo dos veces

Antes de ir por el azul celeste.

miércoles, 18 de abril de 2012

Concupiscencia



La inspiración se me fue de los dedos

Mojados en excusas

Acariciándote el rostro

Besos cálidos en la noche fría

Que calientan hasta el alma

Palabras que no son escuchadas

Gemidos que las acompañan

Un carnaval de prejuicios

Con tu ropa en mi armario

La tentación caminando por el pasillo

Con el murmullo entre el viento y la cortina

El orate se apodera de tu inconsciente

Preparando la abulia de tu piel

La bocanada de aire que respiras para tomar fuerzas

Se hace cada vez más débil

La aversión en tus ojos, difícil de descifrar

La voz trémula que atraviesa tus cuerdas vocales

Emana de tu boca para el pusilánime del último adiós

Ambición impregnada en la cama y en el piso

Despilfarrando deseos lleno de imprecaciones

En lo más alto de la concupiscencia.

sábado, 7 de abril de 2012

Paraíso nocturno



¡Calla rayo de luna!

Que necesito oír el cantar de la noche

¡Calla con tu silencio!

Para poder extasiarme de misterio

No pretendas dormirme en tu lecho

Esta noche no, no lo lograrás

No finjas que no me escuchas

Ni te rías a mi espalda

Puedo escuchar la risa pueril bañada en llanto

Pasos de tacón alto se asoman en la puerta

Adornando la figura de la sensualidad

Rojo puta marca los labios de aquella dama

Seduciendo a la vida con su perfume de loto

Vientre plano, agonía de sonidos

Cabellos de cobre en movimiento ondulado

Doce en punto marca el reloj cuando deseas

Hacerle el amor a las luces de la ciudad

viernes, 6 de abril de 2012

Delirare: desviada del surco recto


-Mira al cielo -le dije.
Ella miró hacia arriba de manera entusiasmada.
Entonces pregunté
-¿Qué ves?-
-Nubes y azul celeste- respondió.
 -Entonces, lo que ves es nada, es simplemente una ilusión que crea nuestra mente. Ahora, mira aquel árbol. Empezaba a mirarme como si yo estuviese loca. Miró el árbol y dijo
-No entiendo. Estoy segura que dirás que el árbol también es una ilusión.
-Eso es correcto ¿Cómo te sentirías si te digo que todo lo que conoces no existe, es irreal?- Enuncié con tono filosófico.
Su mirada de vidrios rotos comenzaba a perturbarme. Quizás ella no estaba lista para esto.
-No sé- Respondió vagamente.
En ese instante, pasó por la calle un hombre corriendo, miraba el reloj y gritaba
-¡Voy a llegar tarde!- repetidas veces y desesperado.
-Eso es querer atrapar los segundos, la bomba de tiempo estalla cuando más apresurado estás- Dije entre risas.
Rakhshanda tomó un gesto en su cara de desaprobación y dijo de forma irónica.
-Prosigue intentando explicar tu teoría.
-Aja, bueno…-divagué un momento intentando buscar las palabras exactas- Todo lo que nos rodea es irreal porque no existe, es como un holograma, mejor dicho, nos encontramos viviendo dentro de un sueño que poco a poco nos va consumiendo hasta hacernos esclavos y prisioneros de su falsa realidad, solamente cuando morimos logramos despertar y entrar al mundo verdadero.
-¿Se te aflojó un tornillo?- gritó con los ojos perplejos que parecían dos huevos fritos.
Yo sólo seguía pensando en cómo podía explicarle todo lo que pasaba por mi mente sin que continuara pareciendo sacada de un lugar de esos que utilizan camisas de fuerzas y todo, absolutamente todo, es blanco incluso creo que hasta la comida lo es (aunque no estoy segura); ese lugar llamado manicomio o de forma bonita “sanatorio para enfermos mentales”.
Logré recordar que en la clase anterior de Filosofía, el profesor mencionó un escrito de Platón llamado “el mito de las cavernas”, éste estaba muy lejos de ser un mito, realmente era una alegoría. Decidí apoyarme de la idea de ese personaje tan reconocido para plantearle mis ideas a Rakhshanda.
-Platón opinaba casi igual que yo- mencioné entre dientes.
-¡No me digas! ¡Cuéntame más, anda! -dijo de forma sarcástica.
-Pues si- dudé por un segundo si era necesario seguir con esta autotortura – Mejor olvídalo, sé que para ti ya quedé tachada como “la loca”, una delirare. Y eres una obtusa cerrada a nuevas ideas.
-Menos mal que estás clara de la situación en la que te hallas. Y no soy obtusa tan sólo tengo los pies sobre la tierra y estoy en mis casillas.
Rakhshanda se dio media vuelta y caminó partiendo hacia un sitio lejos de mí.
Por otra parte, yo me senté en la grama y seguí pensando (como cosa rara) en todo aquello que engloba la esencia de la humanidad, llegué a la conclusión de que: las personas se crean su propio infierno aferrándose al dolor del pasado, comunican su forma de realidad mas no la realidad misma, después del último aliento no queda otra cosa que decir “adiós”, aceptan la rosa con la espina y luego reclaman por la herida, aquella mariposa desplega sus alas intentando volar en contra de la ráfaga de viento, sin la cafeína te sientes viviendo en cámara lenta, el cromatismo estalla en tu pupila hasta enceguecerte, la madrugada aguanta una ardua soledad imperante pero llega la luz del sol para romperla con el amanecer, trivialidades nublan los pensamientos, cuando vistes sin ropa –en el esplendor de tu cuarto, entre sábanas mojadas- quieres saciar las ganas y darle paso al placer, maldices una y otra vez creyendo que de esa manera obtendrás lo que quieres, por último, no olvidas fácilmente un pacto con el diablo.

La travesía de tu destino


En un largo viaje y de ardua travesía, ya cansado, decides no continuar y le dices al conductor -¡Párate mundo, que me quiero bajar! Pero, éste te mira de reojo con ironía y vuelve a mirar hacia al frente para no desviarse del camino. Entonces, una voz interior te dice "¿A caso tienes problemas? ¿Te tirarás en el camino así nada más, no lucharás por llegar al final? Tanto que deseaste disfrutar del paisaje y abandonas cuando aparecen las piedras a obstaculizar la vía. Solo los cobardes renuncian a los desafíos" Al escuchar estas palabras te quedas pensando, el conductor te vuelve a mirar y dice: acá se encuentra la parada de los sueños rotos y deshechos, donde todos los viajeros que se aburrieron o les pareció muy difícil el camino decidieron quedarse y suicidar su destino. ¿Usted aún desea bajarse? Mueves la cabeza de un lado a otro, das media vuelta y vuelves de nuevo a tu asiento,divisas la ventana y sigues como si nada hubiera pasado.

jueves, 5 de abril de 2012

Boulevard de los sueños



Por las calles de la ciudad de la furia camino a diario. Una ciudad donde la ira, la impaciencia, la soberbia, la avaricia, la envidia, la terquedad, la malicia, los amores prohibidos que vienen y van, la fatiga, los juegos de azar, las manías de polvos y pastillas inundan las aceras. Al intentar escapar de esta tortura entro en el boulevard de los sueños, aquel lugar donde lo imposible parece real, escucho susurros de ilusiones en el viento, veo la luz de la verdad, filosofo como Aristóteles en Grecia, pinto sobre tu cuerpo como Da Vinci en un lienzo, sábanas de seda arropan la ternura, la noche nos hunde en su humo y nos besa en la niebla, bailamos el tango al son del pecado, rompecabezas de caricias arman la figura de la traviesa lujuria, donde vimos vivir a la poesía, la luna conoce los secretos del día y tus manos comienzan a recorrer mi espalda. Pero, al sonar la alarma despierto de los sueños y vuelvo a la realidad.

Y el tiempo se mantiene andando

Lidiando diariamente con los problemas sobre los hombros y el arsenal de mentiras almacenadas en la boca quiere salir con la celeridad por medio de baladros, dejando al individuo como medaz que busca ser el patricio de esta sucia sociedad.
No hagamos música que se pueda bailar, creemos anarquía entre vaivén de verdades, creemos un futuro onírico con una prórroga para tu moratoria de promesas.
Sólo lo tangible deja de ser ficticio, rebatiendo la luz tenue del lumbral nítido y los ojos que lo miran fijamente tras la pericia de lo insoslayable.
El gorgoteo del agua hirviendo dentro de la olla me hace pensar que esta vida es inherente a los cambios infalibles que nos llevan a ser escépticos ante la límpida congruencia de lo incorruptible.
Inefable es la mansalva inminente deseando liminar al más extasiado numen del artista de vanguardia.
¿Por qué no preguntarle al oráculo sobre la batalla del sentimiento ermitaño con su interior y su entorno?
La cosmogonía continúa estudiando a los objetos celestes, el erudito sigue leyendo cualquier cantidad de libros que halle en una biblioteca, por otra parte, el filósofo marcha camino a la razón, la leona va en busca del alimento para su lechigada sin importarle asesinar a la cría de otro animal.
Una emoción bélica invade al dragón que combate con el caballero; espadas por parte de quien viste la armadura y fuego emanado del escamoso animal.
Tequila con limón y sal para tragar la amargura de la proteica humanidad, saciar la garganta es el anhelo imperante.
Sin embargo, el reloj todavía da la hora sin detenerse ni un segundo.


Hechos imposibles, tú entre ellos

Cuando comprendas que las agujas del reloj giran hacia la izquierda y no a la derecha, los budistas no crean en el karma ni en el nirvana, el ayer sea hoy y hoy sea mañana, la luz ilumine tu mirada, la noche venza a el amanecer, el silencio rompa el ruido de los suburbios, el sexo deje de causar adicción, las sonrisas no den alegría, la picardía no forme parte del día a día, la imaginación sea reprimida, el placer ya no sea placer, el chocolate sea veneno, el paraíso muestre su camino, la naturaleza cuente su historia, el perfume de tu cuerpo no incite al mío, la perspicacia sea confusión, los mimos hablen, las estrellas cumplan los deseos, los pecados y los prohibido no provoque satisfacción, los miedos sean vencidos, lo infinito tenga fin, sólo exista el sol de medianoche, lo eterno se convierta en mortal, el Universo revele sus enigmas.... Cuando todo ésto suceda, ese momento, verás al mundo desde la perspectiva que yo lo veo, dirás que no existe la línea del tiempo, apreciarás lo que siempre estuvo delante de tus ojos, probarás la efedrina de mis besos, oirás la voz de tus pensamientos, buscarás hacer el amor, los sueños dejarán de ser verdades, tus secretos no serán secretos, imaginarás la vida de otro color, tu misterio será explicado, la seriedad de tus ojos tendrá lugar fuera de ellos, mis ambiciones se harán realidad, tu alma vivirá intensamente, te darás cuenta que quien suspira y anhela por ti soy yo. Mientras tanto continúo esperando pacientemente ese preciso instante, bebiendo una copa de vino, escuchando una canción de John Lennon, admirando tu fotografía e ingresando a tu subconsciente cada noche.