miércoles, 18 de abril de 2012

Concupiscencia



La inspiración se me fue de los dedos

Mojados en excusas

Acariciándote el rostro

Besos cálidos en la noche fría

Que calientan hasta el alma

Palabras que no son escuchadas

Gemidos que las acompañan

Un carnaval de prejuicios

Con tu ropa en mi armario

La tentación caminando por el pasillo

Con el murmullo entre el viento y la cortina

El orate se apodera de tu inconsciente

Preparando la abulia de tu piel

La bocanada de aire que respiras para tomar fuerzas

Se hace cada vez más débil

La aversión en tus ojos, difícil de descifrar

La voz trémula que atraviesa tus cuerdas vocales

Emana de tu boca para el pusilánime del último adiós

Ambición impregnada en la cama y en el piso

Despilfarrando deseos lleno de imprecaciones

En lo más alto de la concupiscencia.

sábado, 7 de abril de 2012

Paraíso nocturno



¡Calla rayo de luna!

Que necesito oír el cantar de la noche

¡Calla con tu silencio!

Para poder extasiarme de misterio

No pretendas dormirme en tu lecho

Esta noche no, no lo lograrás

No finjas que no me escuchas

Ni te rías a mi espalda

Puedo escuchar la risa pueril bañada en llanto

Pasos de tacón alto se asoman en la puerta

Adornando la figura de la sensualidad

Rojo puta marca los labios de aquella dama

Seduciendo a la vida con su perfume de loto

Vientre plano, agonía de sonidos

Cabellos de cobre en movimiento ondulado

Doce en punto marca el reloj cuando deseas

Hacerle el amor a las luces de la ciudad

viernes, 6 de abril de 2012

Delirare: desviada del surco recto


-Mira al cielo -le dije.
Ella miró hacia arriba de manera entusiasmada.
Entonces pregunté
-¿Qué ves?-
-Nubes y azul celeste- respondió.
 -Entonces, lo que ves es nada, es simplemente una ilusión que crea nuestra mente. Ahora, mira aquel árbol. Empezaba a mirarme como si yo estuviese loca. Miró el árbol y dijo
-No entiendo. Estoy segura que dirás que el árbol también es una ilusión.
-Eso es correcto ¿Cómo te sentirías si te digo que todo lo que conoces no existe, es irreal?- Enuncié con tono filosófico.
Su mirada de vidrios rotos comenzaba a perturbarme. Quizás ella no estaba lista para esto.
-No sé- Respondió vagamente.
En ese instante, pasó por la calle un hombre corriendo, miraba el reloj y gritaba
-¡Voy a llegar tarde!- repetidas veces y desesperado.
-Eso es querer atrapar los segundos, la bomba de tiempo estalla cuando más apresurado estás- Dije entre risas.
Rakhshanda tomó un gesto en su cara de desaprobación y dijo de forma irónica.
-Prosigue intentando explicar tu teoría.
-Aja, bueno…-divagué un momento intentando buscar las palabras exactas- Todo lo que nos rodea es irreal porque no existe, es como un holograma, mejor dicho, nos encontramos viviendo dentro de un sueño que poco a poco nos va consumiendo hasta hacernos esclavos y prisioneros de su falsa realidad, solamente cuando morimos logramos despertar y entrar al mundo verdadero.
-¿Se te aflojó un tornillo?- gritó con los ojos perplejos que parecían dos huevos fritos.
Yo sólo seguía pensando en cómo podía explicarle todo lo que pasaba por mi mente sin que continuara pareciendo sacada de un lugar de esos que utilizan camisas de fuerzas y todo, absolutamente todo, es blanco incluso creo que hasta la comida lo es (aunque no estoy segura); ese lugar llamado manicomio o de forma bonita “sanatorio para enfermos mentales”.
Logré recordar que en la clase anterior de Filosofía, el profesor mencionó un escrito de Platón llamado “el mito de las cavernas”, éste estaba muy lejos de ser un mito, realmente era una alegoría. Decidí apoyarme de la idea de ese personaje tan reconocido para plantearle mis ideas a Rakhshanda.
-Platón opinaba casi igual que yo- mencioné entre dientes.
-¡No me digas! ¡Cuéntame más, anda! -dijo de forma sarcástica.
-Pues si- dudé por un segundo si era necesario seguir con esta autotortura – Mejor olvídalo, sé que para ti ya quedé tachada como “la loca”, una delirare. Y eres una obtusa cerrada a nuevas ideas.
-Menos mal que estás clara de la situación en la que te hallas. Y no soy obtusa tan sólo tengo los pies sobre la tierra y estoy en mis casillas.
Rakhshanda se dio media vuelta y caminó partiendo hacia un sitio lejos de mí.
Por otra parte, yo me senté en la grama y seguí pensando (como cosa rara) en todo aquello que engloba la esencia de la humanidad, llegué a la conclusión de que: las personas se crean su propio infierno aferrándose al dolor del pasado, comunican su forma de realidad mas no la realidad misma, después del último aliento no queda otra cosa que decir “adiós”, aceptan la rosa con la espina y luego reclaman por la herida, aquella mariposa desplega sus alas intentando volar en contra de la ráfaga de viento, sin la cafeína te sientes viviendo en cámara lenta, el cromatismo estalla en tu pupila hasta enceguecerte, la madrugada aguanta una ardua soledad imperante pero llega la luz del sol para romperla con el amanecer, trivialidades nublan los pensamientos, cuando vistes sin ropa –en el esplendor de tu cuarto, entre sábanas mojadas- quieres saciar las ganas y darle paso al placer, maldices una y otra vez creyendo que de esa manera obtendrás lo que quieres, por último, no olvidas fácilmente un pacto con el diablo.

La travesía de tu destino


En un largo viaje y de ardua travesía, ya cansado, decides no continuar y le dices al conductor -¡Párate mundo, que me quiero bajar! Pero, éste te mira de reojo con ironía y vuelve a mirar hacia al frente para no desviarse del camino. Entonces, una voz interior te dice "¿A caso tienes problemas? ¿Te tirarás en el camino así nada más, no lucharás por llegar al final? Tanto que deseaste disfrutar del paisaje y abandonas cuando aparecen las piedras a obstaculizar la vía. Solo los cobardes renuncian a los desafíos" Al escuchar estas palabras te quedas pensando, el conductor te vuelve a mirar y dice: acá se encuentra la parada de los sueños rotos y deshechos, donde todos los viajeros que se aburrieron o les pareció muy difícil el camino decidieron quedarse y suicidar su destino. ¿Usted aún desea bajarse? Mueves la cabeza de un lado a otro, das media vuelta y vuelves de nuevo a tu asiento,divisas la ventana y sigues como si nada hubiera pasado.

jueves, 5 de abril de 2012

Boulevard de los sueños



Por las calles de la ciudad de la furia camino a diario. Una ciudad donde la ira, la impaciencia, la soberbia, la avaricia, la envidia, la terquedad, la malicia, los amores prohibidos que vienen y van, la fatiga, los juegos de azar, las manías de polvos y pastillas inundan las aceras. Al intentar escapar de esta tortura entro en el boulevard de los sueños, aquel lugar donde lo imposible parece real, escucho susurros de ilusiones en el viento, veo la luz de la verdad, filosofo como Aristóteles en Grecia, pinto sobre tu cuerpo como Da Vinci en un lienzo, sábanas de seda arropan la ternura, la noche nos hunde en su humo y nos besa en la niebla, bailamos el tango al son del pecado, rompecabezas de caricias arman la figura de la traviesa lujuria, donde vimos vivir a la poesía, la luna conoce los secretos del día y tus manos comienzan a recorrer mi espalda. Pero, al sonar la alarma despierto de los sueños y vuelvo a la realidad.

Y el tiempo se mantiene andando

Lidiando diariamente con los problemas sobre los hombros y el arsenal de mentiras almacenadas en la boca quiere salir con la celeridad por medio de baladros, dejando al individuo como medaz que busca ser el patricio de esta sucia sociedad.
No hagamos música que se pueda bailar, creemos anarquía entre vaivén de verdades, creemos un futuro onírico con una prórroga para tu moratoria de promesas.
Sólo lo tangible deja de ser ficticio, rebatiendo la luz tenue del lumbral nítido y los ojos que lo miran fijamente tras la pericia de lo insoslayable.
El gorgoteo del agua hirviendo dentro de la olla me hace pensar que esta vida es inherente a los cambios infalibles que nos llevan a ser escépticos ante la límpida congruencia de lo incorruptible.
Inefable es la mansalva inminente deseando liminar al más extasiado numen del artista de vanguardia.
¿Por qué no preguntarle al oráculo sobre la batalla del sentimiento ermitaño con su interior y su entorno?
La cosmogonía continúa estudiando a los objetos celestes, el erudito sigue leyendo cualquier cantidad de libros que halle en una biblioteca, por otra parte, el filósofo marcha camino a la razón, la leona va en busca del alimento para su lechigada sin importarle asesinar a la cría de otro animal.
Una emoción bélica invade al dragón que combate con el caballero; espadas por parte de quien viste la armadura y fuego emanado del escamoso animal.
Tequila con limón y sal para tragar la amargura de la proteica humanidad, saciar la garganta es el anhelo imperante.
Sin embargo, el reloj todavía da la hora sin detenerse ni un segundo.


Hechos imposibles, tú entre ellos

Cuando comprendas que las agujas del reloj giran hacia la izquierda y no a la derecha, los budistas no crean en el karma ni en el nirvana, el ayer sea hoy y hoy sea mañana, la luz ilumine tu mirada, la noche venza a el amanecer, el silencio rompa el ruido de los suburbios, el sexo deje de causar adicción, las sonrisas no den alegría, la picardía no forme parte del día a día, la imaginación sea reprimida, el placer ya no sea placer, el chocolate sea veneno, el paraíso muestre su camino, la naturaleza cuente su historia, el perfume de tu cuerpo no incite al mío, la perspicacia sea confusión, los mimos hablen, las estrellas cumplan los deseos, los pecados y los prohibido no provoque satisfacción, los miedos sean vencidos, lo infinito tenga fin, sólo exista el sol de medianoche, lo eterno se convierta en mortal, el Universo revele sus enigmas.... Cuando todo ésto suceda, ese momento, verás al mundo desde la perspectiva que yo lo veo, dirás que no existe la línea del tiempo, apreciarás lo que siempre estuvo delante de tus ojos, probarás la efedrina de mis besos, oirás la voz de tus pensamientos, buscarás hacer el amor, los sueños dejarán de ser verdades, tus secretos no serán secretos, imaginarás la vida de otro color, tu misterio será explicado, la seriedad de tus ojos tendrá lugar fuera de ellos, mis ambiciones se harán realidad, tu alma vivirá intensamente, te darás cuenta que quien suspira y anhela por ti soy yo. Mientras tanto continúo esperando pacientemente ese preciso instante, bebiendo una copa de vino, escuchando una canción de John Lennon, admirando tu fotografía e ingresando a tu subconsciente cada noche.