jueves, 10 de mayo de 2012

En alguna vereda de la ciudad



Mi explicación recae en el charco

Profundo

Lacerando las huellas de la emoción humana

Teñido en un remolino de recuerdos

Me miras y se me cae el mundo

En frente está la mesa y la taza de café esperando

Un "buenos días" que ilumina mis días

Bastará para pensar que es un juego de crímenes

Precedido por el villano: Tú,

Tú que posees la capacidad de hacerme temblar

Risas, risas. Cuales niños exaltados.

Callas

Besas

Miras

Suspiras

Y vuelves a voltear la cabeza reconcomido

Tus manos miran sobre mi rostro

Envuelto en sollozo

No hay más que hablar

No hay más que decir

Las palabras sobran

La ropa sobra

Las caricias sobran

El llanto sobra

Las miradas sobran

Los besos sobran

Tu fragilidad sobra

Mi inocencia sobra

Por lo tanto, te vas...

Hasta que nos volvamos a encontrar,

Sólo por casualidad planificada

En alguna vereda de la ciudad.

Sabor a misterio

¿Quién viste aquellos tacones rojos?
¿Quién lleva el rímel corrido?
¿Quién llora a escondidas?
¿Quién posa el cigarro en sus labios?
¿Quién besa por despecho?
Un hombre la está mirando
Mira su delicadeza
Mira su insaciabilidad
Mira su curvatura
Mira su omnipresencia
Mira su fuego
Mira su sabor a misterio.

Algo perdido

Camino a mi casa, al doblar en la esquina luego de tres pasos, tropiezo en mi andar con esa señora de mirada perdida. Siempre está allí, en los escalones de la entrada al infinito, acompañada de su fiel amigo.Está allí, solamente mirando al vacío como si buscara algo, algo perdido.Tiene el peso de los años encima; escamosa y arrugada piel blancuzca, sin rosado en las mejillas, triste gris en su cabeza y llevando aquel vestido verde vómito sacado del armario de los recuerdos. Entonces, me pregunto ¿Qué será lo que tanto espera de las nieblas del pasado?

Azul celeste



Cual sonido de lámpara intentando alumbrar la noche

Discutiendo entre luces,

Llamas a la puerta cual bestia salvaje

No te disculpes con el viento de tu añoranza

No hay más espacio entre el cielo y la tierra

El baúl cerrado con llave guarda el secreto de la luciérnaga

No intentes dibujar esperanzas en la quebradiza lluvia

Desnudando verdades y vistiendo mentiras,

Sudando delirio en los ecos del alma

Entre gritos y susurros se nos fue la nostalgia

Pero aún se avecina de forma antropófaga

Buscando carcomer nuestras entrañas

El letargo de tu voz seduce en llamas

Y se escabulle entre besos de la nada

Cuando creo que todo termina, me ahogo en tu sonrisa

¡Errante precisión de la mañana!

Cual canto de sirena aclama: disculpa si soy yo la transgresora de tu furia

Solamente quería siluetas en la sombra

Desde lo más recóndito de los huesos

Con los meses entre cejas

Veo como el calendario pasa por mi mente

...Octubre, Noviembre y Diciembre

Un efímero olor a café que desaparece

Piénsalo dos veces

Antes de ir por el azul celeste.